Recientemente, dentro de las observaciones que realiza el Programa de Monitoreo de Biodiversidad de Camisea para supervisar el impacto de sus operaciones en el Bajo Urubamba, se observó esta especie y una variación interesante de ella: el jaguar melánico.
Con el uso de cámaras trampa que se activan de manera automática cuando un animal pasa por su rango de visión, se pudo detectar a un jaguar melánico caminando y a un macho y una hembra de pelaje normal apareándose alrededor de la zona de influencia de la planta Las Malvinas. Con este trabajo se contribuye a la conservación de este animal y a la protección de la biodiversidad del Bajo Urubamba.
Usualmente confundido con una pantera negra, esta especie de jaguar tiene una coloración oscura llamada melanismo. Esto debido a una mutación en sus genes que ocasiona que tenga una mayor pigmentación y que, según especialistas, le podría servir de ventaja para ocultarse de sus presas en zonas de poca luz.
Lograr observar a esta especie en su hábitat natural es una tarea difícil y no existen muchos registros de ellos en libertad. De ahí la importancia de las observaciones realizadas por el Programa de Monitoreo de Biodiversidad a esta especie en la selva cusqueña.
El programa impulsado por Camisea, además de supervisar el impacto de las operaciones, estudia de manera permanente la biodiversidad de esta selva junto a científicos y miembros de las comunidades nativas. Así han logrado documentar 2.200 especies terrestres y acuáticas.
En nuestro país, según Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), se estima que hay alrededor de 6 mil ejemplares de jaguar. Sin embargo, la especie se ve amenazada por la deforestación que destruye su hábitat, la actividad humana y la cacería ilegal, llevándola a la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
DATO:
-El año pasado más de diez países de América Latina, incluido el Perú, presentaron el “Plan Jaguar 2030” que busca fortalecer acciones para la protección y conservación de esta especie que en la última década ha pasado a categoría de vulnerable.