En lo profundo de la región de Cusco, sobre el río Apurímac, se encuentra uno de los últimos puentes colgantes de fibra vegetal que aún se conservan en el mundo: el Puente Q’eswachaka. Este puente no solo es una maravilla de ingeniería tradicional, sino también un símbolo vivo del legado incaico que sigue presente gracias a la fuerza comunitaria de los pueblos andinos.

¿Qué es el Puente Q’eswachaka?
El Q’eswachaka es un puente colgante hecho completamente de ichu, una fibra vegetal típica de los Andes (paja brava). Tiene aproximadamente 28 metros de largo y 1.2 metros de ancho, y se encuentra suspendido a más de 15 metros sobre el río Apurímac.
Su nombre proviene del quechua:
- Q’eswa = trenzar
- Chaka = puente
Es decir, “puente trenzado”.

¿Dónde se encuentra exactamente?
El puente está ubicado en el distrito de Quehue, en la provincia de Canas, al sur de la región Cusco, Perú.
📍 Coordenadas aproximadas:
- Latitud: 14.1197° S
- Longitud: 71.4463° W
Se encuentra a unos 160 km de la ciudad del Cusco, y se accede por carretera, pasando por localidades como Combapata, Yanaoca y Quehue. El último tramo suele ser de trocha carrozable.
¿Cómo llegar al Puente Q’eswachaka?
La forma más sencilla es tomar un tour de un día desde Cusco, que incluye transporte ida y vuelta, guía y paradas en miradores naturales o lagunas cercanas.
También se puede llegar por cuenta propia, aunque se recomienda tener experiencia en viajes por zonas rurales. El viaje en auto toma unas 4 horas aproximadamente desde la ciudad del Cusco.

Recomendaciones para el visitante:
- Llevar ropa abrigadora, ya que se encuentra a más de 3,700 m s.n.m.
- No cruzar el puente sin autorización: solo se puede hacer en condiciones seguras.
- Visitar con guía local o en el contexto de una festividad.
- Llevar agua y snacks, ya que no hay tiendas cerca del puente.
Un Legado Incaico que Atraviesa el Tiempo
El Q’eswachaka tiene más de 600 años de historia. Fue parte de la red del Qhapaq Ñan, los antiguos caminos del Tahuantinsuyo. Este puente era clave para la conexión entre pueblos a ambos lados del cañón del Apurímac.
Aunque el puente original se ha desintegrado con el tiempo, la tradición de reconstruirlo anualmente ha sobrevivido intacta, lo que lo convierte en el último puente inca funcional y vivo en el mundo.
La Construcción: Una Tradición Comunitaria
Cada segundo fin de semana de junio, las comunidades campesinas de Huinchiri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Perccaro se reúnen para trenzar y reconstruir el puente durante 3 días de ceremonia, trabajo comunitario y rituales ancestrales.
Este proceso incluye ofrendas a la Pachamama, danzas, música tradicional y una celebración al concluir la obra. Todo se realiza sin ayuda de tecnología moderna: solo herramientas tradicionales y trabajo colectivo.

Reconocimiento Mundial
En 2013, la UNESCO declaró la reconstrucción del puente Q’eswachaka como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por preservar una tradición milenaria viva que une ingeniería, espiritualidad y comunidad.
¿Cuándo es mejor visitarlo?
Durante el resto del año, el puente puede ser visitado como parte de rutas alternativas al turismo tradicional de Cusco.
Junio es el mes más especial, ya que se realiza la reconstrucción anual, acompañada de rituales y festividades.
Durante el resto del año, el puente puede ser visitado como parte de rutas alternativas al turismo tradicional de Cusco.